GUAYABO NEGRO



Guayabo negro nunca me
digas adios, digas adios que es
una palabra triste.

Guayabo negro nunca me digas
adios, digas adios que
es una palabra triste.

Corazones que se quieren,
corazones que se quieren
nunca deben despedirse.

Corazones que se quieren,
corazones que se quieren
nunca deben despedirse.

Como se mesen las palmeras
con la brisa como se secan las
espinas con el sol asi se apaga
mi vida como errante mariposa
que vuela de flor en flor.

Asi se apaga mi vida como errante
mariposa que vuela de flor en flor

Las golondrinas con sus ultimas
palabras se me han quedado
enredadas en el pecho.

Las golondrinas con sus ultimas
palabras se me han quedado
enredadas en el pecho pero
no pueden cantar, pero no
pueden cantar ni pueden alzar el vuelo .

No pueden cantar, pero no pueden cantar
ni pueden alzar el vuelo pero.

Guayabo negro preguntale a la sabana si
alguna vez por alli me vio pasar.

Guayabo negro maldito donde
amarro mi caballo
cuando vuelvo del palmar.

Guayabo negro maldito donde
amarro mi caballo
cuando vuelvo del palmar.

Guayabo negro nunca me
digas adios, digas adios que es
una palabra triste.

Guayabo negro nunca me digas
adios, digas adios que
es una palabra triste.

Corazones que se quieren,
corazones que se quieren
nunca deben despedirse.

Corazones que se quieren,
corazones que se quieren
nunca deben despedirse.

1 comentario:

Reinaldo E. Sánchez dijo...

Pasaje escrito por Germán Fleitas Beróes y con música original de Ignacio "Indio" Figueredo, grabado en el año 1963 por Pedro Emilio Sánchez acompañado del Conjunto Palmarito, integrado por Juan Vicente Valera al arpa, Juan Briceño al cuatro y Valentín carucí a las maracas. Esta versión original recorrió el mundo, interpretada por calificados cantores para posteriores grabaciones, entre ellos el grandioso Leonardio Favio.